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Hoy por hoy, somos testigos de cómo pierde
valor aquella frase que los sacerdotes utilizan al terminar
una misa de matrimonio: “lo que Dios ha unido que ningún
hombre lo separe”. En la actualidad, la mayoría de
matrimonios no duran mucho tiempo. Muchas parejas deciden
casarse al poco tiempo de haberse conocido, impulsados más
por una cuestión sexual o por circunstancias inesperadas
(embarazos prematrimoniales).
En las siguientes líneas explicaremos las verdaderas
razones que deberían motivar a una pareja a
unirse en
matrimonio:
Lo primero que debe saber sobre el matrimonio es que se
trata de la unión de dos personas con la finalidad de amarse
en los buenos y malos momentos hasta que la muerte se
interponga, respetarse mutuamente y formar una familia.
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Lamentablemente, con el paso del tiempo y la
convivencia, estas finalidades se van debilitando y el
matrimonio olvida incluso el motivo por el que están juntos.
Pero existe una serie de pasos que una pareja debe cumplir
para que su matrimonio se convierta en ideal:
- Siempre debe haber mucha comunicación entre la pareja. No
sólo hay que aprender a hablar y ser sincero, también hay
que aprender a escuchar y entender al ser amado. Esta
actitud es sinónimo de una buena relación.
- Es importante que por más ocupados que estén el esposo o
la esposa, dedique su tiempo libre a compartir momentos
agradables con su pareja, como ir al teatro o al cine, salir
a pasear o a cenar, etcétera.
- Siempre abrace y acaricie a su pareja. Los abrazos y los
besos son la mejor muestra de que el amor y la pasión siguen
vigentes a pesar de los años.
- Apoye y aliente a su pareja en los momentos difíciles.
Cada vez que su pareja obtiene algo o cumple una meta
demuéstrele que se siente orgulloso(a) y cuando las cosas no
salgan como lo esperaban anímelo(a) a no rendirse. Lo
importante es que exista un ambiente positivo.
- Para que una pareja sea feliz es necesario que se acepten
y se amen tal como son y sin condiciones. Nada hace tan
feliz a una persona que saber que existe alguien que nos
acepta y nos quiere por como somos. La aceptación en una
pareja les da mayor seguridad en todos los aspectos.
- Deben existir compromisos mutuos entre los miembros de una
pareja. Esto permitirá la solución de los problemas que se
les presenten a lo largo de su vida juntos.
- Eviten los problemas económicos. Para ello deben procurar
no gastar más de lo que se percibe, ni exigir más de lo que
se le puede ofrecer. La mayoría de peleas matrimoniales
responden a problemas financieros.
- Tenga un buen carácter y tenga humor. Esto le permitirá
mantener una ambiente alegre en su matrimonio y evitar así
un ambiente de tensión o malhumor.
- Demuestre a su pareja que son el uno para el otro y que
son más importantes que los familiares, amigos y vecinos.
En cualquier religión, la celebración del matrimonio
significa el compromiso entre dos personas que se aman. El
intercambio de anillos simboliza el sello del compromiso de
estar juntos hasta que la muerte los separe.
Muchas personas creen que el matrimonio ideal no existe,
pero mirando bien en la calle podemos encontrar matrimonios
felices. Salga a pasear o vaya a misa un domingo y observará
a parejas de ancianos agarrados de la mano y dándose
muestras de cariño. El matrimonio ideal sí existe. Si quiere
tener un matrimonio ideal luche por conseguirlo: esfuércese
por compartir, escuchar, entender, demostrar su amor por su
pareja. Recuerde que el matrimonio ideal es amor
correspondido.
Por último, si quiere mantener la llama del amor no olvide
los detalles con su pareja: regálele una flor, dedíquele una
canción, una tarjeta, dígale cuánto la ama, abrácela,
invítela a salir. Con el matrimonio no se deben perder las
demostraciones de amor, por más cursis o románticas que se
vean.
En resumen, el matrimonio, en todas las religiones, tiene
como finalidad el compartir nuestra vida al lado del ser
amado hasta que la muerte nos separe. Para tener un
matrimonio ideal es necesario tomar ciertas actitudes con
nuestra pareja con la finalidad de mantener el amor y la
pasión, a pesar de los años y de las malas o buenas
experiencias vividas.
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