El sistema
fiduciario y de cómo funciona
1. El sistema fiscal
2. ¿Por qué ganamos de peso?
3. ¿Adaptación?
4. El concepto del termostato o "set point"
5. Un historial breve nos asistirá a
explicar el concepto
6. En resumen
Sentado frente al monitor, me preparé para
eliminar (¿"deletear"?) los mensajes
irritantes e inconsiderados que tantos que
abusan de la privacidad de otros infringen
cuando envían sus spam molestos.
Me sorprendió un anuncio que, no por
casualidad, esperaba que yo acusara haberlo
recibido, decía: "Este verano pierda 30
libras en 30 días".
¿Cuántos incautos, pensé yo, serán
embaucados por los arquitectos de este ardid?
Espero que no sea nadie a quien conozca, o
si no, que no sean muchos.
Hablemos entonces de nuevo de la tortura,
idéntica a la de Sísifo, de quien adelgazar
desea.
Sísifo
El sistema fiscal
De todas las proposiciones que intentan
explicar el fenómeno, hasta ahora
indescifrable, de la génesis de la obesidad,
la más común, por ser la más simple, es la
conocida como el sistema cambiario, fiscal o
monetario.
Este consiste en la noción de que, en el
manejo de lo que comemos, somos como una
hoja de teneduría:
• Comida en exceso y poco ejercicio =
crédito (o gordura)
• Muy poca comida y mucho ejercicio = débito
(o pérdida de peso)
Lo que no es tan simple, ya que en la mayor
parte de los casos donde se aplica, no
funciona.
¿Por qué ganamos de peso?
La respuesta a este acertijo es compleja y a
la vez confusa, ya que factores numerosos
entran en juego, la mayoría imprecisos y
otros insospechados.
Por ejemplo, la paradoja de la abundancia de
alimentos.
Se cree que nuestra especie evolucionó la
aptitud adaptativa de retener grasa para su
uso posterior cuando la comida sería escasa,
como fuera la condición eones atrás.
Lo que es peculiar acerca de esta noción es
que si fue una "adaptación", resultó ser, en
su esencia, una defectuosa.
¿Adaptación?
Veamos, si la provisión de comida es
suficiente por un tiempo sostenido, sería de
nuestra mayor ventaja, si en lugar de
añadirla a nuestros cuerpos, como grasa y
sobrepeso, que la comida se almacenara fuera
del cuerpo, en forma de comida disponible,
pero comida que no nos apetecería.
Ese sistema es el que usan muchos de
nuestros animales domésticos, que comen
hasta saciarse y luego no comen, aunque se
lo imploren; esperando hasta que el hambre
los obliga a comer de nuevo --- de esa
manera escapan el aumento de peso.
Pero, el peso mismo no es estable. Tomemos
como ejemplo el animal de cría más numeroso
de todos, el pollo.
Darwin propuso que la variedad Gallus gallus,
también conocida como Ave Roja de la Jungla
es la cepa de donde todas las aves
domésticas de su género provienen.
Cuando una gallina de este género pone sus
huevos se asienta en ellos por los veintiún
días de la incubación. Muy cuidadosa por la
seguridad de sus huevos, nunca los pierde de
vista.
Entonces se advierte que la gallina parece
perder todo su interés en la comida, por lo
que no se aparta del nido en búsqueda de la
misma.
Consumiendo la quinta parte de su dieta
habitual, la gallina pierde más del 15% de
su peso inicial, aun cuando se le provee
comida en cantidades suficientes en su
corral.
Nicholas Mrosovsky, zoólogo de la
Universidad de Toronto, ha establecido que
el apetito de la gallina se ajusta
perfectamente para lograr una pérdida de
peso predecible.
Si Mrosovsky retiraba toda la comida
disponible a la gallina por una semana y
luego se la devolvía, ésta comía vorazmente
hasta que llegaba al peso exacto que tuviera
(si la comida no se hubiera retirado) en ese
mismo día de la incubación.
Entonces, retornaba a su rutina de
alimentación reducida.
Ese patrón no es único y se ha observado en
numerosos otros animales que lo adoptan en
la Naturaleza.
El concepto del termostato o "set point"
Descontentos, como tantos han estado, con
los resultados que las dietas restrictivas
nos han proporcionado, un grupo de
investigadores estadounidenses elaboraron, a
mediados del siglo pasado, un concepto que
llamaron el set point o nivel establecido.
Este constructo se deriva de los termostatos
que se utilizan para la regulación
automática de la temperatura en edificios.
La teoría expresa que nuestro organismo nace
dotado con un mecanismo que mantiene el
nivel de grasa que acumulamos, y que
permanece constante, cuando no lo
perturbamos. De ese concepto se originó otro
relacionado al mismo y es el del "peso
defendido", que es el peso al que tendemos a
retornar cuando paramos una dieta.
En otras palabras, podemos ganar de peso, y
lo hacemos, a medida que alteramos la
función del set point con nuestros excesos
gastronómicos. Alterándolo, lo empujamos
hacia arriba, terminando defendiendo, cada
vez un peso más alto. Por esa razón, no
podemos echar marcha atrás.
Un historial breve nos asistirá a explicar
el concepto
Alberto no es delgado ni es gordo. La
mayoría de sus amigos lo consideran esbelto
y, a sus años avanzados carece de empellas o
de asomo de barriga.
Pero, de todos modos se sentiría mejor si
bajara unas diez libras que, aunque no son
obvias, le molestaban.
Decidió eliminar una comida de las tres que,
habitualmente consume durante el día, por
todo un año.
Para apreciar el significado de este "experimento"
aquí haremos un listado representativo de lo
que Alfredo y su esposa comen en un día
típico.
• Desayuno: Una taza de café con leche sin
azúcar, dos tostadas de pan integral sin
nada encima, un huevo hervido y una fruta.
• Almuerzo: Pasta de sémola, salsa con carne
molida sin grasa, ensalada, pan de harina
integral preparado en casa y frutas con
queso.
• Cena: Atún en agua con habichuelas blancas,
verduras frescas y arroz blanco al vapor.
Los esposos nunca comen a deshora, pero,
cuando lo hacen, lo hacen escuetamente.
Es oportuno decir que disfrutan de su copa
de vino, de una cerveza fría y de un cóctel
entre amigos.
Cuando me expresó su plan, parecía lógico.
Desde el día de su cumpleaños que llegaría
en una semana, cesaría de ingerir la
colación de la noche, razonando de esta
manera: "En un año habré eliminado 365
comidas --- eso tiene que eliminar las diez
libras que se me pegan como sanguijuelas…"
Pero así no fue. Lo que sí sucedió fue que
Alfredo se estabilizó, cuasi rígidamente en
un peso que, no importando cuanto o cuan
poco consumiera en las comidas permitidas,
permanecía estable.
Para comenzar, Alfredo estableció durante
los primeros seis meses de su "experimento"
su verdadero set point. Lo que había que
hacer, ahora que lo conocíamos con precisión,
era inducir a que se regulara a un nivel más
bajo, lo que, con estrategias específicas se
lograría fácilmente.
En resumen
Para quienes adoptan el sistema fiscal para
rebajar, los resultados serán decepcionantes,
porque existen miríadas de factores
asociados con la regulación de nuestro peso
que no se consideran.
Por eso las dietas, la mayoría de las que
existen basadas en el mismo principio,
fallan; como todos, por experiencia, sabemos.
¿Las treinta libras en treinta días?… ¡mojigangas!
Dr. Félix E. F. Larocca
f.larocca@codetel.net.do
Un
Agradecimiento muy especial al Dr. Félix
E. F. Larocca por su colaboración con este portal y sobretodo
por el contenido tan bien realizado
esperamos sea de gran ayuda a la
juventud de Hispanoamerica .
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